Muchos negocios con productos estupendos y geniales fallan, o no consiguen las ventas que esperan, y no logran entender el porqué.
Lo que no concibe mucha gente que se dedica al sector ventas, es que lo primero que se vende, no es el producto, ni sus increíbles características o funcionalidades, ni tan siquiera la empresa de conocido renombre, no. Lo primero y lo que realmente se vende, es la persona. Sí, tú, Tu Persona.
Es lo primero con lo que el potencial cliente interactúa, es la primera y más importante impresión y feeling, que recibe. Lo que le cuentes después, digamos (exagerando un poco;) que no le importa, por mucho que se diga lo contrario y no se quiera admitir.
¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene el dicho “vender hielo a un esquimal”? Justamente tiene su raíz ahí, me explico un poco mejor: si al esquimal le caes bien, le transmites confianza, le gustas, le das “buen feeling”, te percibe con frescura, consigues que se sienta agusto contigo, que sienta que quiere hacer negocios contigo, que le puedes ofrecer algo que necesita, entonces le vas a poder vender hielo, y no solo hielo, también helados, granizados y hasta un nuevo iglú.
Es así, las personas hacemos negocios con personas, la gente más exitosa en ámbitos comerciales lo ha descubierto.
Y es que al final todo se reduce a eso, antes y detrás de cada maravilloso producto que afirma ser único y capaz de “cambiarte la vida”, de cada formidable y consolidada empresa ejemplar, lo que hay no son más que personas, con su necesidad natural e innata de confiar, de gustar, de establecer vínculos y relaciones de aceptación con los demás (y sí, también en los negocios), porque todo el mundo (aunque no se reconozca) quiere sentir que le prestan atención, sentirse especial, que le den lo que tanto anhela…Éste es el secreto, haz que sientan que les puedes ofrecer y dar lo que necesitan, o creen que necesitan, aunque ni tan siquiera ellos sean conscientes aún…y, no solo las ventas, serán tuyas.
¡Cuéntame porfa después cómo te ha ido!